I. Brimō Brimo es uno de los epítetos más antiguos y enigmáticos atribuidos a Hécate en tradiciones órficas y eleusinas. Su significado -“ la Terrible ”, “ la Poderosa ”, derivado de brimō - expresa una presencia numinosa que inspira reverencia más que temor. Frente a otros nombres que aluden a la luminosidad o la guía -Phōsphoros , Propylaia , Enodia -, Brimo nombra la fuerza que custodia aquello que no puede ser revelado sin transformación: los secretos del Inframundo, el tránsito entre muerte y renacimiento, la experiencia liminal del iniciado. El uso de epítetos en el mundo helénico es común tal como lo hemos visto con Atenea o Poseidón : cada nombre apunta a un aspecto concreto de la divinidad. En los misterios, donde el tiempo se ritualiza y la conciencia se abre a lo no visible, Brimō señala un estado del encuentro con lo divino en el que la fuerza, el silencio y la solemnidad marcan el umbral de lo sagrado. La invocación del nombre describe y transforma. Quien p...