I. El testimonio de Safo de Lesbos La principal evidencia sobre las relaciones entre mujeres en el mundo griego antiguo procede de la poesía de Safo de Lesbos (siglo VII a.n.e.). En su poema más célebre, el Poema 31 , conservado por el tratadista Longino en "Sobre lo sublime" , la autora describe los efectos físicos del deseo con una intensidad inédita: “Un fuego sutil corre bajo mi piel, mis ojos no ven nada, mis oídos zumban”. Estos versos, dirigidos a una mujer llamada Anactoria , expresan una experiencia erótica que trasciende la amistad y revela la dimensión corporal del vínculo afectivo. En el Fragmento 94 , preservado en la "Antología Palatina" , Safo menciona “suaves lechos” y “coronas de flores” en un contexto marcadamente sensual. La escuela que dirigía, el thíasos , en Mitilene , funcionaba como un espacio de formación para jóvenes aristócratas donde se cultivaban la poesía, la música y la convivencia femenina. En ese entorno, el afecto entre mujeres...