El término "septentrional" se utiliza para referirse a algo que está relacionado con el norte. Proviene del latín "septentriones", que significa "las siete estrellas del norte", la Osa Mayor.
En la "Teogonía" de Hesíodo, Helios es descrito como hijo de Hiperión y Tea, y hermano de Selene, la Luna, y Eos, la Aurora. Su carro dorado, que cruza el cielo cada día, simboliza la luz que da vida y orden al cosmos.
El respeto hacia Helios también está documentado en la "La Odisea" de Homero, donde Odiseo y su tripulación son advertidos de no sacrificar el ganado sagrado del dios solar en la isla de Trinacria. Aquellos que desobedecieron fueron castigados, lo que refleja el poder divino y la justicia de Helios.
Purificación: Antes del amanecer, realiza una ablución con agua fresca, simbolizando la purificación del cuerpo y el alma. En tiempos antiguos, esta práctica era común en los misterios eleusinos y otros cultos helénicos.
Desnudez ritual: En honor a la transparencia y la verdad que Helios representa, algunos practicantes eligen exponerse a la luz solar sin vestimentas, permitiendo que la energía solar impregne su ser. Esto remite a la idea de la pureza del cuerpo y el alma ante la divinidad, como se hacía en ciertas festividades dionisíacas.
Al mediodía, cuando Helios alcanza su cenit, el practicante se dirige hacia una elevación natural, como una colina o una montaña, para recibir la luz sin obstáculos.
Ofrenda simbólica: Puede ser una pequeña construcción de piedra o una canción dedicada a Helios, a la manera de los himnos homéricos que alababan a los dioses.
Reflexión y meditación: Extiende los brazos hacia el cielo y cierra los ojos. Siente el calor en tu piel y medita sobre la luz que da vida a toda la naturaleza. En este acto, se honra el ciclo eterno del Sol y su papel en el orden cósmico.
El solsticio de verano marca el momento de máxima luz y simboliza la victoria de la claridad sobre la oscuridad. En el pensamiento helénico, Helios no solo es la fuente de vida física, sino también un guía espiritual que revela la verdad y disipa la ignorancia.
Con este ritual, el practicante no busca "adorar" a Helios en términos monoteístas, sino reconocer y celebrar su fuerza vital y su papel en el equilibrio del cosmos, como lo entendían los antiguos helenos.
Al finalizar, agradece a Helios con una breve invocación, similar a los himnos órficos o los versos dedicados a Apolo, otro dios vinculado al Sol.
¡Oh Helios, que todo lo ves y todo lo iluminas,"And so the Summer Solstice moves, as in the golden days of old; a time for joy, for songs and loves, for hearts grown warm, for friends grown bold". Feliz solsticio para todos.
guía nuestra mente con tu luz inextinguible
y fortalece nuestro espíritu con tu fuego eterno!
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