Éfeso (Asia Menor) – Artemisa Efesia
Artemisa era adorada en muchas partes del mundo griego con una fuerte versatilidad en los credos y cultos. El templo más famoso en honor a la diosa estaba en Éfeso y se lo conoce como el Artemision. Este monumental edificio era una de las Siete Maravillas del mundo antiguo y demostraba la importancia de la diosa en la Antigüedad. Éfeso es una antigua ciudad ubicada en la actual Turquía, en la costa del mar Egeo. Fue una de las doce ciudades jónicas de Asia Menor y un importante centro cultural, religioso y comercial. Actualmente, la ciudad está declarada por UNESCO Patrimonio de la Humanidad.La Artemisa de Éfeso era diferente de la diosa olímpica tradicional: en vez de una cazadora, se la representaba con múltiples protuberancias en el pecho o colgantes que simbolizaban fertilidad y abundancia. Eran similares a múltiples senos. Estrabón y Pausanias mencionan la grandeza de su templo y la devoción de los efesios. Aunque no hay datos específicos sobre su capacidad, su impresionante tamaño y diseño monumental, con 127 columnas de más de 18 metros de altura, lo convertían en un espacio majestuoso para ceremonias y peregrinacionesEsparta (Laconia) – Artemisa Ortia
En Esparta, Artemisa era adorada como Artemisa Ortia, con un culto relacionado con los ritos de paso de los jóvenes espartanos. Pausanias describe un ritual en el que los efebos debían soportar azotes frente a su altar, reflejando su faceta como diosa de la disciplina y la transición a la adultez. Describiremos en los siguientes días este ritual espartano. Artemisa Ortia fue un importante centro religioso desde el siglo IX a.n.e. En sus inicios, el culto incluía rituales primitivos, como sacrificios humanos, que más tarde fueron reemplazados por ceremonias panteístas. El santuario también albergaba un templo y un altar, y fue reconstruido varias veces a lo largo de los siglos.
3. Braurón (Ática) – Artemisa Brauronia
Braurón, en Ática, era un centro de culto a Artemisa Brauronia, vinculada con la protección de niños y parturientas. Las niñas atenienses participaban en el rito de la Arkteia, en el que "se convertían en osas" en honor a la diosa. Pausanias menciona la importancia del santuario y su relación con las mujeres.
4. Delfos (Fócida) – Artemisa Delfinia
Delfos, el santuario de Apolo, también tenía un culto a Artemisa como Artemisa Delfinia, vinculada a la navegación y la protección de marineros. El templo de Artemisa Delfinia se menciona en las inscripciones de la ciudad y en las "Homilías Pitias". Artemisa Delfinia era honrada en festivales como las Delfinias, que incluían procesiones y rituales dedicados a la diosa y a su hermano mellizo. Estos festivales celebraban la protección divina. El Delfinión, un templo dedicado a Apolo y Artemisa Delfinia, también funcionaba como tribunal en casos específicos.
5. Muniquia (El Pireo, Atenas) – Artemisa Muniquia
En el puerto de Atenas, Artemisa era venerada como Artemisa Muniquia, protectora de los marineros y la defensa de la ciudad. Jenofonte menciona que los atenienses realizaron sacrificios a Artemisa Muniquia antes de la batalla de Egospótamos, un enfrentamiento naval decisivo que tuvo lugar en el año 405 a.n.e,, durante la última fase de la Guerra del Peloponeso. Se libró en la desembocadura del río Egospótamos, en el Helesponto -actual Turquía-, entre las flotas de Atenas y Esparta. Esparta, liderada por el estratega Lisandro, obtuvo una victoria aplastante al capturar o destruir la mayor parte de la flota ateniense. Lisandro esperó pacientemente a que los atenienses cometieran un error táctico, lo que finalmente ocurrió cuando la flota ateniense se dispersó en busca de suministros. Esto marcó el fin de la supremacía naval de Atenas. La derrota dejó a Atenas sin capacidad para importar cereales ni mantener su imperio marítimo. Poco después, Atenas se rindió, poniendo fin a la guerra y consolidando la hegemonía espartana en Grecia. Artemisa, por otro lado, no estaba por la labor de socorrer a los atenienses.
6. Perge (Panfilia) – Artemisa Pergaia
En Perge, en Asia Menor, Artemisa era la diosa principal, conocida como Artemisa Pergaia. Estrabón menciona su gran templo y su papel protector sobre la ciudad. Artemisa Pergaia en la región de Panfilia -actual Turquía- era venerada como una diosa protectora de la ciudad y de sus habitantes. Su culto en Perge tenía características únicas, y el templo dedicado a ella era uno de los más importantes de la región. El culto en Perge refleja la capacidad de la diosa para adaptarse a las tradiciones y necesidades locales de las comunidades que la adoraban.
7. Amárnide (Beocia) – Artemisa Amarisia
En Beocia, se veneraba a Artemisa Amarisia, especialmente en la ciudad de Amárnide. Este culto era popular entre los beocios y estaba relacionado con festivales locales. En la región de Beocia, Artemisa era venerada bajo diferentes aspectos, aunque no era una de las principales deidades del área. Beocia es conocida por su rica tradición religiosa y literaria, y Artemisa aparece en algunos relatos relacionados con esta región. Por ejemplo, Artemisa se relaciona con Orión, el famoso cazador gigante, vínculado con Beocia, donde se decía que Orión había nacido.
8. Tauris (Crimea) – Artemisa Tauropolos
En la región del Bósforo Cimerio, Artemisa era venerada como Artemisa Tauropolos, donde, según Eurípides en su "Ifigenia en Táuride", los habitantes realizaban sacrificios humanos en su honor. Artemisa "Tauropolos" es un epíteto de la diosa Artemisa, que significa "la que caza toros" o "la que adora a los tauros". Este aspecto de Artemisa está relacionado con su culto en Ática, especialmente en el Santuario de Halas Araphenides, cerca de la costa oriental de Grecia.
El templo de Artemisa Tauropolos, conocido como Tauropolion, fue un importante centro de culto desde el período arcaico hasta el clásico. Según la mitología, Orestes fundó este santuario tras llevar una estatua de culto de Artemisa desde Táurica, siguiendo las órdenes de Atenea. El culto incluía rituales simbólicos, como procesiones nocturnas y ceremonias que representaban sacrificios humanos de manera figurativa.
9. Éfira (Élide) – Artemisa Alfiaia
En la Élide, Artemisa era conocida como Artemisa Alfiaia, vinculada a los ríos y la purificación. Pausanias menciona su santuario. Sin embargo, el epíteto de "alfiaia" es uno de los títulos menos conocidos de la diosa, y su significado exacto no está claro debido a la falta de documentación específica sobre este culto. Sin embargo, como en muchas variantes del culto a Artemisa, este epíteto podría estar relacionado con aspectos regionales o funciones específicas que se le atribuían a la diosa.
Una posibilidad es que Alfiaia esté asociada con un santuario o una localidad donde Artemisa era adorada con ese nombre.
10. Siracusa (Sicilia) – Artemisa Siracusana
En Siracusa, Artemisa era una deidad importante, y su culto estaba estrechamente vinculado a la Isla de Ortigia, el núcleo histórico de la ciudad. Ortigia tenía un carácter sagrado dentro del culto a la diosa, en parte debido a la presencia de la fuente de la ninfa Aretusa, asociada con Artemisa y su protección sobre las aguas y la naturaleza.Si bien la tradición más extendida señala que Artemisa y Apolo nacieron en Delos, algunas versiones más tardías identifican Ortigia con Delos o sugieren que Artemisa nació primero en Ortigia y luego ayudó en el nacimiento de Apolo en Delos. Sin embargo, los "Himnos Homéricos" no afirman explícitamente que la diosa naciera en Ortigia, aunque mencionan la isla como un lugar sagrado.
El Templo de Artemisa, o Artemision, fue un santuario dedicado a la diosa en Ortigia, construido en el siglo VI a.n.e. en estilo jónico. Estaba ubicado en la parte sur de la isla, cerca de la actual Piazza del Duomo. A lo largo de los siglos, la estructura fue modificada y en parte absorbida por nuevas construcciones, aunque algunos restos del templo aún son visibles. No hay evidencia de que su diseño estuviera influenciado directamente por el Templo de Artemisa en Éfeso, aunque ambos compartían el mismo estilo arquitectónico. La imagen es una reproducción romana del siglo II a.n.e. que se exhibe en Nápoles, hecha de mármol y bronce.
Las características de estos santuarios reflejan la diversidad del culto a Artemisa en el mundo griego, desde su faceta de cazadora hasta su papel de protectora de marinos, niños y ciudades.
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