Pocas constelaciones son tan fácilmente reconocibles como la del gigante Orión. Las "tres estrellas" que forman su cinturón son reconocidas en los dos hemisferios y han generado incógnitas milenarias. Hay quien piensa que inspiraron la disposición de las pirámides de Guiza.
El gigante persigue eternamente a las hijas del titán Atlas, las Pléyades sobre la bóveda azul. Las Pléyades son uno de los conjuntos más hermosos de ver en una noche clara. Guiadores de navíos, las siete hermanas asemejan a un grupo de palomas que sobrevuelan caóticamente las casas en una tarde primaveral. Dicen que la séptima hermana, Marope, no brilla tanto porque aún siente vergüenza de haberse enamorado de un mortal.
Acosando a las siete hermanas, el brutal Orión sirvió, en otros tiempos, a la comitiva de Artemis.
El gigante alza peligrosamente el arma que empuña y acompañado de sus dos perros -Canis Mayor y Menor- se alza al combate.
Estemos atentos porque esta semana de octubre ocurrirá el fenómeno de las Oriónidas. Del 21 al 22 de este mes, más de 15 meteoros por hora saldrán disparados de los brazos del gigante. Es un espectáculo sin igual, una demostración del poder incansable que irradia del gigante.
Comentarios
Publicar un comentario