Según lo comentado, el comienzo del año religioso arranca con el primer
plenilunio o luna llena, dedicado enteramente a Hera.
Como fiesta femenina por excelencia, no permite la participación activa de
los hombres, quienes arrancan el año religioso con una fiesta solar, celebrando
al fuego. Más tarde hablaremos de ella.
Ahora, las mujeres pueden limpiar y montar los altares caseros. Y, las que así
lo quieran, encender velas y quemar inciensos.
Pero no todo es ver el altar en las sombras para los hogares de los hombres.
Con el comienzo del año y el festejo femenino a la antigua diosa madre, también
se celebra a Ilitía, la diosa de los nacimientos, hija de la omnipotente Hera.
Nuestro consejo es que quienes tengan animales domésticos en casa, procuren
que las crías nazcan en este mes. Ese nacimiento de cachorros, pichones y crías
es nuestro mejor homenaje a Ilitía.
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