Ya cuando hablamos de la Parentalia habíamos dicho que las violetas africanas (Saintpaulia) son una de las plantas que se relacionan con los ancestros y los difuntos.
El día de todos los muertos conmemoramos a aquellos que nos antecedieron en nuestro camino por la existencia, de quienes descendemos y a aquellos -especialmente los que no pueden darnos un abrazo por más que quisieran- que ocupan un lugar privilegiado en nuestra memoria.
Es un día de luto pero no de tristeza, es un día de reconocimiento. Por ello compramos nuestras violetas y las hacemos parte viva de nuestro hogar como memoria siempre presente, bella, frágil y delicada.
A veces, en el duro camino, nos olvidamos que no somos los únicos que estamos cansados ni somos los únicos que sufrimos. Muchos están caminando a nuestro lado pero, para que eso sea posible, muchos otros padecieron y caminaron otro tanto. Son los ancestros, uno tras otro, en cadenas milenarias de nombres e historias que se pierden hacia el origen.
Este día obviemos el aquí y el ahora, lo nuclear y lo inmediato, para viajar un poco más y robarle un nombre al olvido recordando quienes, antes de nosotros, lo hicieron posible.
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