Ir al contenido principal

Contenido adulto

Recorriendo algunas páginas web explícitas donde hombres y mujeres buscan encuentros sexuales -o simplemente se masturban viendo fotos colgadas por los usuarios- resulta impactante ver cuántos perfiles insisten en que las mamadas deben ser “hasta el final” y el sexo exclusivamente “a pelo”.
Al hablar de sexo con distintas parejas, a poco que indagues, descubrirás cuán frecuente es oír que “no se cuidan”, o que “ella sí que se cuida, toma la píldora”.


Hablemos de infecciones de transmisión sexual porque el riesgo de contraer y desarrollar enfermedad no ha desaparecido de tu mundo y, sin embargo, algunas prácticas de riesgo están empezando a generalizarse. Podemos meditar cómo estamos manejando el riesgo y el placer. Evitando caer en la crítica y manteniendo el máximo respeto hacia las preferencias de cada uno, innegablemente el que una noche loca tenga como precio infectarte de una ITS es un riesgo que debes valorar. Sobre todo porque hay alternativas a follar/coger “a pelo” y haciendo uso de una de ellas podrías evitar "pillarlas".



La pareja es una unidad imperfecta –qué duda cabe- entre dos seres igualmente imperfectos. ¿Qué garantía tienes tú de ser la única persona en el mundo con la que está follando tu pareja? La confianza no está reñida con el cuidado. Aún queriendo y respetando a nuestra pareja, conviene admitir que no sería imposible que uno de los dos tenga eventualmente una aventurilla, o una "cana al aire".

 Amar también es cuidarse y cuidar al otro. Por eso es necesario utilizar un condón en cada relación sexual con penetración que mantengas con tu pareja. Así se diferencian para las relaciones heterosexuales, los períodos en los que buscáis un hijo de los que no. La píldora no te protege ni del VIH ni de ninguna de las enfermedades de transmisión sexual -gonorrea, sífilis, clamidia, herpes genital, hepatitis B, condilomas, etc., etc., etc.- y a comparación de la píldora anticonceptiva, el condón resulta un profiláctico bastante eficaz y de reducidísimos efectos secundarios. ¿Lo probamos?


Comentarios

  1. Anónimo01:01

    La reflexión es medio válida solamente. Si yo puedo elegir un método anticonceptivo que no condicione la espontaneidad de la relación sexual, voy a usar preservativo porque no debo confiar en la fidelidad de mi novio? Y sólo puedo confiar en él cuando busco quedarme embarazada? Sin ánimo de ofender, pero esa visión maquinista de la reproducción se parece a la de grupos religiosos bastante retrógrados.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Apolo, un dios con CV

 Ἀπόλλων no es el dios del Sol, tampoco lo era para los helenos. Apolo representa la peste, la plaga y la epidemia, pero también la creación y la vida. Es una antítesis y como toda entidad compleja, con el paso del tiempo cobró cada vez más significado hasta que, hacia comienzos del primer milenio, acabó acaparando la figura de Helio, el dios del sol. Es curioso porque hay, en el panteón, figuras que representan las mismas fuerzas que Apolo encarna. Para ser tutor de las Artes, están las Musas; para ser dios de la salud, tenemos a Asclepio; para dios de la destrucción, está Hades.    La novedad es que Apolo es el dios oracular por excelencia y el dios de la armonía. Y es que hay en el ciclo de creación y destrucción una evidente armonía de fuerzas -que en el 98% de las veces se salda con la extinción- evolutivas. Apolo tiene un origen que dista de poder considerarlo “el más griego de los dioses”, hay referencias bíblicas que lo identifican con el demonio o con ot

Adonia: el regreso con Perséfone

La celebración de la Adonia, tal como lo hemos adelantado, consiste en pequeños rituales muy significativos. En primer lugar, un “brindis fúnebre” por la vida que dejamos. Utilizamos para ello zumo de granada mezclado con alguna bebida alcohólica -preferentemente Ratafía-. La ratafía, hecha con la sangre de la menta -entre otras hierbas silvestres- será nuestro último trago. Se exprime la granada y sus semillas caen y se mezclan con la bebida y se toma de un golpe. El simbolismo de la semilla de granada -la cual condenó a Perséfone al Hades-, y su consumo se hace en honor al engaño con el que Hades que nos conduce a la muerte. La granada era una planta con la que se decoraban los monumentos fúnebres. Por eso, posteriormente cogemos una granada entera y sin cortar por persona, velas pequeñas y nos vamos en dirección al cementerio una vez caída la noche. Esa granada que arrojamos será nuestro alimento y reserva para el más allá. Lo ideal es subir a un montículo para poder

Qui exaudivit me in die tribulationis meæ, salvum me fac

Desde el fin del año y hasta el solsticio de invierno, la noche crece día a día. En el silencio del riguroso invierno encontramos un momento para pensar en todos aquellos que sufren. Los que están enfermos, los que acaban de descubrirlo, los que acaban de marchar. Por todos ellos elevemos juntos un ruego y hermanemos nuestros corazones:  Qui exaudivit me in die tribulationis meæ, salvum me fac.  Que quien los escuche, los salve. Dejamos un farol encendido fuera de casa con un cirio con la esperanza de que esa luz y ese calor alivien sus corazones.