"Ulises y las sirenas" de Herbert James Draper (1909)
Odiseo, Rey de Ítaca, conocido en la tradición romana como Ulises, es recordado por su astucia e ingenio, atributos que lo destacaron como uno de los principales estrategas griegos durante la Guerra de Troya. La vida de Odiseo está marcada por una serie de eventos épicos, desde su nacimiento hasta su muerte, que han sido narrados en diversas fuentes antiguas, incluyendo "La Odisea" de Homero, las "Metamorfosis" de Ovidio, y las obras de Píndaro.
Odiseo era hijo de Laertes, un rey de Ítaca, y de Anticlea, hija de Autólico, quien a su vez era conocido por su habilidad como ladrón y tramposo, características que hereda su nieto. Según el poeta Homero se cuenta que Autólico eligió el nombre de Odiseo, derivado del verbo griego "odýssomai", que significa "odiar" o "sentir rencor". Esta elección parece estar ligada a la fama de Autólico como un personaje astuto y engañoso.
Odiseo se casó con Penélope, prima de Helena e hija del rey Icario de Esparta. La elección de Penélope no fue fácil, pues muchos pretendientes querían desposarla. Odiseo ganó la mano de Penélope gracias a su inteligencia y la promesa de que si ella no deseaba ir con él, sería libre de quedarse en Esparta. De su unión nació Telémaco, su hijo primogénito, quien más tarde jugaría un papel crucial en la historia del regreso de su padre a Ítaca.
Odiseo inicialmente no quería participar en la Guerra de Troya y trató de evitar su reclutamiento simulando estar loco. Según la versión de Pseudo-Apolodoro en "Epitome", el astuto héroe fingió arar con un buey y un caballo, sembrando sal en vez de semillas. Sin embargo, el engaño fue descubierto por Palamedes, quien colocó al pequeño Telémaco frente al arado, obligando a Odiseo a detenerse y revelando su cordura.
Durante la guerra, Odiseo se destacó por su habilidad como estratega. Fue él quien ideó el plan del Caballo de Troya, un ardid que permitió a los griegos infiltrarse en la ciudad fortificada y poner fin a una década de conflicto. Según Homero, así como en las versiones posteriores de Virgilio, el plan consistía en construir un enorme caballo de madera, ocultando dentro a los mejores guerreros griegos. Los troyanos, creyendo que era una ofrenda de paz, lo introdujeron en la ciudad, lo que acarreó su destrucción.
El regreso de Odiseo a Ítaca se narra en "La Odisea" de Homero, una epopeya que detalla las innumerables pruebas que enfrentó durante los diez años que le llevó volver a su hogar. En el transcurso de su viaje, Odiseo se encontró con criaturas y situaciones extraordinarias.
Este castigo de Odiseo durante esos años fue resultado de varias acciones y decisiones de los dioses. Principalmente, fue el dios del mar, Poseidón, quien jugó un papel crucial en su prolongado retorno. Enfurecido con Odiseo por haber cegado a su hijo, el cíclope Polifemo y haber escapado su cueva gracias a su ingenio, diciéndole que su nombre es "Nadie"; Poseidón puso toda la artillería contra el monarca. Eso incluyó a las sirenas cantantes, cuya melodía arrastraba a los marineros a la muerte. Odiseo, deseoso de escuchar su canto, se ató al mástil de su barco mientras sus hombres se tapaban sus oídos con cera.
Pero no todos fueron fracasos para el dios del tridente, la ninfa Calipso retuvo a Odiseo en su isla, Ogigia, durante siete años, prometiéndole la inmortalidad si se queda con ella, hasta que los demás dioses intervinieron para permitirle continuar su viaje. Y hasta la mismísima Circe, una hechicera que transformaba a los hombres en cerdos, finalmente se rindió ante la astucia de Odiseo durante el año que pasó con ella y lo ayudó a continuar su viaje, solo para condenarlo más tarde.
"Odiseo y las sirenas" por Eric Armusik (2008)
Odiseo cruzó hasta el otro reino y en el Hades, consultó al adivino Tiresias para recibir consejo sobre su regreso.
Finalmente, Odiseo regresó a Ítaca disfrazado de mendigo para evaluar la situación en su palacio, donde los pretendientes de Penélope derrochaban sus recursos y compitieron por su mano. Con la ayuda de su hijo Telémaco y unos pocos leales, organizó una matanza de los pretendientes, reclamando su trono y restableciendo el orden en Ítaca.
En cuanto a su descendencia, la "Telegonía", un poema perdido atribuido a Eugamón de Cirene, narra que tuvo otros hijos además de Telémaco. Con la hechicera Circe, engendró a Telégono, quien más tarde personificaría una profecía trágica predicha por Tiresias. Además, en versiones posteriores, se menciona que Odiseo también tuvo más hijos, como Polipetes fruto de sus años con la ninfa Calipso.
Las fuentes antiguas ofrecen diferentes relatos sobre la muerte de Odiseo. Una versión indica que Telégono, buscando a su padre sin conocerlo, llegó a Ítaca y lo hirió mortalmente con una lanza envenenada con la espina de una raya. Al descubrir su error, Telégono llevó el cuerpo de Odiseo junto con Penélope y Telémaco a la isla de Circe, donde se celebraron los ritos funerarios.
El final de Odiseo es trágico no únicamente porque muere en manos de su hijo, sino porque su viaje no parece acabar nunca y la paz, desde Troya hasta la isla de Circe, parece inalcanzable.
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