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Lux Æterna

Muchísimas semanas, todos estos meses, esperando el retorno del calor y, finalmente, sobre la arena de la playa un sol abrasador trepa por nuestros hombros desnudos.
Los días de abrigo sobre abrigo han acabado, en su lugar se alzan plazas y jardines de perfumes y colores. El azul océano del cielo se ve interrumpido por ráfagas de vuelos y trinos. No es tiempo de paz pero, al menos, es primavera.
La silenciosa serenidad del frío, el rigor invernal de aquellas noches de Hécate ha dado paso a un enjambre de noctámbulos, carcajadas ebrias, cantos y gritos. Ha encendido las discos de bullicio y baile. Toda una ciudad transformada y viva, que invita a los turistas a disfrutar de las terrazas.
Las mesas se coronan de tragos y cualquier mezcla vale con tal de chispear las miradas y explorar los escotes. ¡Qué placer soltar prenda en estas noches húmedas! ¡Aflojar la venda de nuestra moral recalcitrante! Y por la madrugada, vistiendo colores y claros, descubrirse frente a los otros. "En el calor de un momento así, te atreves a decir, que hay mucho más dentro de ti aún por descubrir".

Es la soberbia de Apolo, la eterna juventud del dios solar incombustible corona el mes de Junio. El momento es único y ha llegado. La mayor responsabilidad, por una vez, es disfrutar plenamente de la vida. La única obligación: no aburrirte. El hedonismo y la lírica del placer hace nido en Europa: que haga corrillo quien crea que no es tarde para pensar de este modo.
Las fiestas solares, al contrario de lo que pueda pensarse, celebran cosas que no nacen y mueren en una misma jornada. La noche de San Juan o el solsticio de verano la oportunidad de pecar sin culpa; de ser frívolo, arrogante, descarado, en definitiva, de tomarte las cosas con más liviandad sin que nadie salga dañado como en "Sueño de una noche de verano". Y lo único horrible es no saber ni poder disfrutarlo.

Antes que Apolo vuelva sobre sus pasos, encuentra tu propio modo de sentirte mejor sin hacer sentir mal a nadie. Todo intento es válido. Que sea la realidad la que marque los límites, no tu mente.

Comentarios

  1. Anónimo12:54

    aqui falta una foto !!
    a no ser que te hayas convertido en totem !!!

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