La religión griega, aunque no está consignada en un único libro, ha sobrevivido a través de sus fuentes literarias y ellas han llegado hasta nuestros días. Como cualquier religión, es fundamentalmente social.
Como sucede con cualquier creencia, la reconstrucción y la interpretación subsecuente que realiza el creyente son, en su mayoría, personales. Entonces, surge la pregunta: ¿por qué compartirlas?
Muchos de los lectores de obras y narraciones sagradas llegan aquí aturdidos de información y colapsados con su significado. Pocos
podéis ver un cuerpo organizado de concepciones, fiestas y ceremonias que les den
un sentido.
Nuestros 30 años de dodecateísmo han ido consolidando una sucesión relativamente estable de fiestas y celebraciones acordes con el panteísmo helénico. Quisiéramos
compartirlas desde una concepción actual, adaptadas a nuestra vida moderna. Estas festividades no solo nos permiten honrar a los dioses, sino también fortalecernos y compartir momentos de espiritualidad y reflexión
No concebimos el dodecateísmo
como una religión antigua, sino como una creencia del siglo XXI, tan actual
como el sol que nos ilumina. Por eso no estamos intentando resucitar la religión
de los sacrificios y peplos, sino que estamos encontrando, cada uno de nosotros, nuestro
camino hacia una comunión con la naturaleza. Este camino avanza hacia un nivel de consciencia diferencial, respetando y celebrando el ciclo de la vida en todas sus formas y manifestaciones.
El dodecateísmo es una creencia viva y vibrante que sigue evolucionando y adaptándose a los tiempos modernos. Al compartir nuestras experiencias y conocimientos, esperamos inspirar a otros a encontrar su propio camino hacia una comunión con la naturaleza y los dioses. Juntos, podemos construir una visión menos fragmentada y coherente de esta religión.
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