I. El conflicto por Atenas
II. Arquitectura y culto
El relato transmitido por Apolodoro en su "Biblioteca" establece que, tras la creación del olivo por Atenea y la fuente salada por Poseidón, los Dioses del Olimpo, consultados por Cécrope, decidieron a favor de la diosa. Sin embargo, las consecuencias de este fallo exigieron una reparación ritual que evitara la cólera permanente del dios de los mares. Esta necesidad de conciliación se manifiesta claramente en la disposición arquitectónica del Erecteión, donde Pausanias atestigua la coexistencia de ambos cultos. El santuario acogía no solo la imagen sagrada de Atenea Polias, sino también el altar de Poseidón Erecteo y la marca del tridente que había hecho brotar la fuente salada. Esta yuxtaposición espacial convertía el templo en un microcosmos de la reconciliación divina.
III. Liturgia
Los textos litúrgicos conservados, particularmente los calendarios sacrificiales atenienses, revelan que Poseidón seguía recibiendo honores significativos en el Ática. Las Skira, festivales celebrados en el mes de Sciroforión, incluían procesiones donde sacerdotisas de Atenea y sacerdotes de Poseidón compartían protagonismo, según atestigua el historiador y sacerdote griego del siglo III a. n. e., Filocoro en sus "Atthis". Este tipo de celebraciones conjuntas subrayaban la complementariedad de ambas divinidades más allá de su competencia inicial.
VI. La figura de Eumolpo
La tradición eleusina aporta otro elemento clave para entender esta reconciliación. El "Himno Homérico a Deméter", al mencionar el papel de Poseidón como padre de Eumolpo, quien, como vimos, juega un papel crucial el enfrentamiento y posterior fundación del sacerdocio eleusino. Pero también de Atenea como protectora de los misterios, todo lo cual sugiere una colaboración divina en el ámbito sagrado más prestigioso del Ática. Esta interacción en el plano mistérico trascendía la rivalidad política inicial.
V. Iconografía
La iconografía ática del periodo clásico refuerza esta interpretación. Las representaciones en cerámica donde Atenea y Poseidón aparecen juntos, como en el famoso "cráter de las Nióbides" del 460 a. n. e. conservado en el Museo del Louvre, muestran a ambas deidades en actitud de concordia, compartiendo escenas de fundación cívica. Estas imágenes visuales, producidas en el contexto de la democracia ateniense, reflejan cómo la memoria del conflicto se había transformado en símbolo de unidad.VI. La importancia de la reconciliación en tiempos de guerra
El testimonio de Heródoto sobre la interpretación délfica del conflicto durante las Guerras Médicas demuestra cómo, en momentos de crisis, los atenienses reactualizaban esta reconciliación. Cuando los oráculos exigieron el retorno de Poseidón al Ática como condición para la salvación de la ciudad, se reinstauraron ritos ancestrales que honraban conjuntamente a ambas divinidades. Esta respuesta ritual confirma que la solución al conflicto nunca fue la supresión de un culto en favor de otro, sino su integración jerarquizada.
La persistencia de estos patrones cultuales hasta la época imperial romana, atestiguada por Pausanias en su visita al Erecteión, prueba que la reconciliación entre Atenea y Poseidón no fue un mero recurso narrativo, sino un principio estructurante de la religiosidad ateniense. La ciudad que había surgido de su disputa mantuvo siempre viva la memoria de ambos orígenes, integrando la fuerza telúrica de Poseidón y la sabiduría civilizadora de Atenea en un equilibrio dinámico que definió la identidad religiosa del Ática durante siglos.
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