"La batalla de Salamina" por Wilhelm von Kaulbach (1868)
Biografía del autor: Esquilo
Esquilo nació en Eleusis, cerca de Atenas, hacia el año 525 a.n.e. Considerado el padre de la tragedia griega, fue pionero en transformar el teatro primitivo en una forma artística compleja y estructurada. Introdujo el segundo actor en escena, lo cual permitió una interacción dramática más rica. Participó en las Guerras Médicas y luchó en Maratón, lo que influyó directamente en su obra "Los Persas", donde retrata la derrota persa desde una perspectiva empática y trágica.
A lo largo de su vida compuso cerca de noventa obras, de las que solo han sobrevivido siete completas. Murió en Gela, Sicilia, hacia el 456. Su estilo se caracteriza por el uso elevado del lenguaje, el simbolismo religioso y la construcción de una justicia cósmica.
Personajes Principales
Atosa: Viuda de Darío y madre de Jerjes. Representa la sabiduría y el dolor materno ante la desgracia de su pueblo.
Coro de Ancianos Persas: Acompaña la acción con reflexiones sobre el poder, el destino y el orgullo.
Mensajero: Narra detalladamente la batalla de Salamina y la derrota persa.
Sombra de Darío: Aparece desde el Hades para censurar los errores de su hijo Jerjes y advertir sobre el exceso de hybris.
Jerjes: Rey de Persia. Regresa derrotado, humillado, símbolo de la caída del imperialismo y el orgullo.
Resumen de "Los Persas"
"Los Persas" fue representada en 472 a.n.e., y es la tragedia griega más antigua que conservamos. Su argumento no proviene de la religión, sino de un hecho histórico reciente: la batalla de Salamina en 480 donde los griegos derrotaron a los persas. La acción se sitúa en Susa, capital del Imperio Persa. La reina madre Atosa y el coro aguardan noticias del ejército de Jerjes.
Un mensajero llega con un relato pormenorizado de la catastrófica derrota naval. Poco después, aparece el espectro del difunto rey Darío, quien lamenta los errores de su hijo y denuncia la hybris como causa del desastre. Finalmente, llega el propio Jerjes, abatido, y junto al coro entona un lamento final.
La obra, escrita por un veterano de guerra, no glorifica la victoria griega sino que ofrece una mirada trágica y universal sobre la caída del poder, el dolor de los vencidos y la fragilidad de la fortuna humana.
Perspectiva filosófica posterior
"Los Persas" ha sido objeto de interpretaciones filosóficas que resaltan su singularidad como tragedia “del otro”. No hay héroes griegos, sino una introspección sobre el dolor persa. Hannah Arendt valoró esta capacidad para pensar desde el punto de vista del enemigo como un rasgo de madurez política y ética.
Walter Benjamin destacó en la obra la dimensión profética del arte: la tragedia no solo representa hechos, sino que anticipa la caída inherente al poder desmesurado. Esquilo convierte a Jerjes en una figura casi crística: su derrota es un acto de redención para su pueblo.
Por último, desde la filosofía política, se ha leído como una advertencia contra el imperialismo y la arrogancia estatal. Su enfoque no triunfalista recuerda que toda hybris trae némesis, y que el destino de los poderosos es tan frágil como el de los humildes.
Tres citas destacadas
Ate, amistosa y halagadora en un principio, seduce al hombre hacia sus redes, de donde no es posible que un mortal consiga huir escapando por encima de ellas.” — Coro de ancianos persas (vv. 111–115). Esta reflexión del Coro personifica a Ate, la diosa de la ruina, como una fuerza seductora que atrapa a los mortales en sus redes, simbolizando la trampa de la arrogancia y la desmesura.
“Es necesario para los mortales soportar los sufrimientos que los dioses les den.”— Atosa (vv. 293–294). Atosa, la madre de Jerjes, expresa aquí la resignación ante el destino impuesto por los dioses, reconociendo que los humanos deben aceptar los sufrimientos que les son asignados.
“¡Oh Zeus soberano! ¡Hoy destruiste aquel soberbio y numeroso ejército de los Persas, y cubriste de negro luto a las ciudades de Susa y Ecbatana!”— Coro de ancianos persas. El Coro lamenta la derrota del ejército persa en Salamina, atribuyendo la catástrofe a la voluntad de Zeus y destacando el luto que embarga a las principales ciudades persas.
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