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Hidrografía del inframundo


"Charon and Psyche" (1883) de J. R. Spencer Stanhope

Como hemos estado viendo, el Hades es una dimensión sombría donde las almas de los muertos encuentran su destino. Dentro de este reino, la geografía está dominada por cinco ríos que no solo delimitan el espacio del inframundo, sino que también personifican distintos aspectos de la muerte, el dolor, el olvido y el sufrimiento. Algunos de estos ríos transcurren por la geografía de la actual Grecia.

Uno de los más importantes es el Estigia, un río de enorme poder que no solo define la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos, sino que tiene una connotación divina. Los dioses del Olimpo juraban sobre sus aguas, y romper tal juramento implicaba terribles consecuencias. El Estigia representa la transición definitiva, un paso sin retorno para las almas que son conducidas por el barquero Caronte en su barca a través de estas aguas. Sin embargo, este mismo papel lo cumple el Aqueronte en otras fuentes.

El Aqueronte, es el "río del dolor", es donde Caronte encuentra a las almas para cruzarlas hacia su destino final. Se afirmaba que en sus aguas todo se hundía, salvo la barca del transportador de almas. Este río simboliza el sufrimiento inevitable que las almas experimentan al dejar atrás el mundo terrenal. En algunos relatos, el Aqueronte fluía no solo en el inframundo, sino también por el mundo de los vivos, sugiriendo que el dolor y la muerte eran partes inseparables de la vida misma. Está situado en el Epiro, región noroccidental de Grecia.

El río Lete, conocido como el "río del olvido", juega un papel fundamental en el proceso de purificación de las almas. Se afirma que las almas tienen una sed insaciable. Aquellos que bebían de sus aguas olvidaban completamente sus vidas anteriores. Este olvido era necesario para poder encontrar la paz o, en algunos casos, para reincorporarse en el ciclo de reencarnaciones. Lete era la personificación del olvido. Este río simboliza el peso del pasado que se deja atrás, el vacío que se crea al renunciar a los recuerdos que definen la existencia humana.

El Flegetonte es un río muy distinto a los demás, porque no es de agua, sino de fuego. Fluyendo por el Hades con torrentes ardientes, este río está asociado con la tortura y el castigo eterno. El fuego es aquí una metáfora del sufrimiento perpetuo que algunas almas enfrentaban en el inframundo, especialmente aquellas que habían cometido grandes crímenes en vida. El Flegetonte representa la faceta destructiva y purgatoria del Hades, donde no todas las almas descansan, sino que algunas experimentan un tormento constante.

El Cocito, por su parte, es el "río de los lamentos", un lugar asociado con las almas que no habían recibido una adecuada sepultura o rito funerario. Este río simboliza el dolor y la desesperación de aquellos que nunca pudieron entrar completamente en el reino de los muertos. Las aguas del Cocito están llenas de lamentos y quejas, recordando que el inframundo no es simplemente un lugar de reposo, sino también uno donde el sufrimiento continúa para muchas almas.

El lago Aquerusia, mencionado en algunos relatos como un lugar de purificación para las almas. Tiene un papel relevante en la historia de Angelos, hija de Zeus y Hera.

Estos ríos, junto con el lago Aquerusia, además de configurar la geografía del inframundo, son metáforas de la experiencia humana de la muerte y el olvido. El Estigia y el Aqueronte encarnan la transición entre vida y muerte, el Lete el olvido necesario para el descanso; el Aquerusia, la purificación; mientras que el Flegetonte y el Cocito recuerdan que no todas las almas encuentran la paz, sino que algunas deben enfrentar un destino mucho más sombrío.

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